El carbón se resiste: ¿por qué Endesa pide retrasar el cierre de As Pontes hasta 2026?
Justo cuando pensábamos que el carbón ya era pasado, vuelve a salir en portada. Esta semana, Endesa ha pedido al Gobierno una prórroga para mantener abierta la central térmica de As Pontes hasta 2026. Sí, esa misma planta que iba a cerrarse hace tiempo. Pero ¿por qué quieren alargar su vida? ¿Y qué significa esto para el futuro de la transición energética en España? Te lo explico fácil.
¿Qué es la central de As Pontes?
Es una de las mayores centrales térmicas de carbón de España, situada en Galicia. Durante décadas ha sido clave para la generación eléctrica en el noroeste del país. Endesa inició su cierre en 2021, como parte del plan para eliminar el carbón del mix energético nacional.
¿Por qué Endesa quiere mantenerla abierta hasta 2026?
La empresa justifica su petición en base a:
- Seguridad de suministro: ante posibles tensiones en el sistema eléctrico.
- Falta de infraestructura alternativa suficiente en la zona.
- Apoyo temporal mientras entran nuevas renovables y baterías.
¿No se suponía que el carbón estaba acabado?
En teoría, sí. Pero en la práctica, mantener ciertas plantas activas como «backup» sigue siendo una realidad en momentos de inestabilidad o alta demanda. Especialmente cuando hay incertidumbre geopolítica, como pasa con el gas.
¿El cierre de la central de carbón de As Pontes es bueno o malo?
Depende del enfoque:
- Desde el punto de vista climático: es un paso atrás. El carbón es la fuente más contaminante y mantenerlo operativo va en contra de los objetivos de descarbonización.
- Desde el punto de vista de seguridad energética: es una red de seguridad temporal. Nadie quiere apagones.
¿Y qué pasa con los objetivos de renovables?
Esto pone en evidencia que aún falta camino para tener un sistema 100% renovable y estable. Faltan:
- Más almacenamiento (baterías, bombeo, hidrógeno).
- Mejor infraestructura de red.
- Agilidad en trámites para nuevos proyectos.
Conclusión
La petición de Endesa para mantener As Pontes hasta 2026 es un recordatorio: no basta con anunciar el cierre del carbón, hay que asegurar alternativas reales. Y eso implica inversión, planificación y mucha, mucha batería. La transición energética no es solo apagar lo viejo, sino encender lo nuevo con garantías.
Si tienes una empresa y quieres saber si tu contrato depende de zonas con riesgo de suministro o si puedes pasarte a renovables sin sustos, habla con nosotros. Te lo explicamos sin humo (ni carbón).