No te cases con tu comercializadora
Puede sonar raro que lo digamos tan directo, pero es así: la fidelidad energética no siempre es una buena idea.
Muchos usuarios y empresas siguen pagando la luz o el gas a la misma comercializadora de siempre, confiando en que su tarifa es competitiva. Pero, ¿sabías que los precios cambian constantemente? Y no hablamos solo de subidas: también aparecen mejores ofertas que quizás te estés perdiendo.
El mercado energético funciona como un supermercado. Hoy una oferta es la mejor, mañana otra te ofrece más por menos.
Las tarifas pueden variar cada pocos meses, y las condiciones ocultas (costes de mantenimiento, seguros no solicitados, servicios adicionales) muchas veces terminan encareciendo la factura sin que te des cuenta.
Revisa tu contrato, al menos, una vez al año.
Cuando lo hagas, fíjate especialmente en:
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El precio del kWh de energía.
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El coste del término fijo de potencia.
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La duración del contrato y si tiene penalizaciones por cambio.
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Los servicios adicionales incluidos (y si realmente los quieres).
¿Y si encuentras una oferta mejor?
Cambiar de comercializadora hoy en día es muy fácil: no hay cortes de luz, no hay cambios técnicos y, salvo que tengas permanencia, tampoco hay penalizaciones.
El ahorro, además, puede ser muy importante: en algunos casos hemos visto hasta 500 € al año simplemente por optimizar la tarifa.
Conclusión:
La luz no entiende de lealtades. Revisa, compara y asegúrate de que no estás pagando de más por lo mismo.
Y si quieres, en Ventia estamos para echarte una mano en todo el proceso.